En el Ángelus del 4 de febrero, el Papa Francisco llamó a una jornada de oración.
El 23 de febrero, viernes de la Primera Semana de Cuaresma, nos unimos a este pedido ante las trágicas situaciones de conflictos prolongados en diferentes lugares del mundo.
Tengamos este compromiso de oración y ayuno por la población de la República Democrática del Congo y de Sudán del Sur, ambos países africanos duramente golpeados por conflictos civiles.