Mensaje de monseñor Oscar para Navidad

Feliz Navidad!

Un teólogo medial decía que Dios se dio cuenta que su grandeza provocaba resistencias en el hombre; el hombre se sentía en la grandeza de Dios, limitado y amenazado en su libertad, entonces Dios decide hacerse niño, hacerse hombre, hacerse necesitado, para que el hombre no tenga más remedio que amarlo, para que ya no le tenga más miedo.

Hay un Salmo del Antiguo Testamento, el Salmo 113, que es hermosísimo, que dice: “¿Quién como el Señor nuestro, que está en las alturas pero se abaja, para mirar al cielo y a la tierra; mira al cielo y a la tierra pero se focaliza en un establo que es el símbolo de toda la miseria humana, del abandono, de la indigencia.

Todos nacemos llorando. Dios se hace niño, Dios se hace débil. Dios necesita de todo como necesita un niño; necesita del abrazo; necesita de la teta de la madre; necesita de la asistencia continua; necesita de las palabras de cariño, necesita del afecto.

Mirando a Jesús, pensemos en cada niño, imagen de Jesús; en cada niño que nace en nuestra Patria, y en esta Navidad, pidámosle al Señor que cada niño tenga lo necesario para la dignidad que trae a este mundo; esa dignidad de haber compartido la vida con el hijo de Dios, de ser bendecido por el hijo de Dios.

Que cada niño en nuestra Patria tenga lo necesario en su alimentación, que la síntesis de proteínas que vaya recibiendo en su alimentación, sea buena, sea eficaz para crecer.
Que no le robemos la infancia a nuestros chicos, sus sueños, sus juegos; que no sean rápidamente niños viejos, niños adultos, niños sin infancia, niños sin afecto; niños sin posibilidades de crecer; niños sin horizontes, niños sin educación. Tantos niños en nuestro país carecen de lo más elemental.

Pidámosle al Señor en esta Navidad que toque los corazones de todos los hermanos, para poder hacer de nuestra Patria, una Patria más equitativa y más amigable.

El Señor quiso rebelarse a los pastores, quiso que fueran testigos del nacimiento de Jesús –los pastores que ni siquiera podían ser testigos en un juicio para para los judíos, porque su condición social les impedía-, el Señor prefiero que estos, “que velaban los rebaños” dice el Evangelio de San Lucas, es decir que durante la noche estaban atentos; el Señor quiere cristianos atentos, vigilantes, atentos a la carne de Cristo en los hermanos; atentos a la historia y a la vida de cada día; atentos a la palabra de Dios que nos da fuerza para poder vivir y para darle sentido a nuestra vida.

Qué podamos ser testigos del nacimiento de Jesús, qué podamos colaborar cada día más, para hacer de este mundo un espacio más humano, más fraterna, más cristiano.
Qué Dios los bendiga y feliz Navidad a todos ustedes y que nadie se sienta solo en estas Fiestas.