Francisco celebró la Misa en honor a Nuestra Señora del Carmen de La Tirana

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En el Campus Lobito, en Iquique, al Norte de Chile, se congregaron hoy 50.000 peregrinos para participar de la última Eucaristía celebrada por el Papa Francisco en su viaje apostólico por el país hermano.

Allí, la imagen de San Lorenzo Tarapacá, diácono mártir, acompañó a Nuestra Señora del Carmen de La Tirana, en cuyo honor presidió la misa Papa Francisco, y que fue coronada como Reina y Madre de Chile.

El desierto y el mar envolvieron el escenario en el que transcurrió la Misa; comunidades originarias de Chile, estuvieron presentes y con mucha emoción participaron de la celebración.

En su homilía, Papa Francisco reflexionó sobre el pasaje de las Bodas de Caná, que: “Muestra la primera aparición pública de Jesús: nada más y nada menos que en una fiesta”, porque:“El Evangelio es una constante invitación a la alegría”.
Reafirmó sus dichos, expresando también que: “El mensaje del Evangelio es fuente de gozo: «Les he dicho estas cosas para que mi alegría esté en ustedes, y esa alegría sea plena» (Jn 15,11). Una alegría que se contagia de generación en generación y de la cual somos herederos, porque somos cristianos”.

El papa felicitó al pueblo chileno del norte, diciendo: “¡Cómo saben vivir la fe en clima de fiesta!”. “Y en este clima de fiesta, el Evangelio nos presenta la acción de María para que la alegría prevalezca. Ella está atenta a todo lo que pasa a su alrededor y, como buena Madre, no se queda quieta y así logra darse cuenta de que en la fiesta, en la alegría compartida, algo estaba pasando: había algo que estaba por «aguar» la fiesta” continuó diciendo Francisco. Ella comparte con Jesús lo que está pasando: no tienen vino. Pero inmediatamente también, a los que van a servir la mesa, les dice “Hagan todo lo que él les diga”; “Y de este modo se desata el primer milagro de Jesús: hacer sentir a sus amigos que ellos también son parte del milagro. Porque Cristo vino a este mundo no para hacer una obra solo, sino con nosotros, el milagro lo hace con nosotros, con todos nosotros, para ser la cabeza de un cuerpo cuyas células vivas somos nosotros, libres y activas, así hace el milagro Jesús con nosotros”, culminó expresando el Papa.

Dirigiéndose a la comunidad de Iquique, el Papa manifestó que: “Es una zona de inmigrantes que nos recuerda la grandeza de hombres y mujeres; de familias enteras que, ante la adversidad, no se dan por vencidas y se abren paso buscando vida. Ellos —especialmente los que tienen que dejar su tierra porque no encuentran lo mínimo necesario para vivir— son imagen de la Sagrada Familia que tuvo que atravesar desiertos para poder seguir con vida.
Esta tierra es tierra de sueños, pero busquemos que siga también siendo tierra de hospitalidad. Hospitalidad festiva, porque sabemos bien que no hay alegría cristiana cuando se cierran puertas; no hay alegría cristiana cuando se les hace sentir a los demás que sobran o que entre nosotros no tienen lugar (cf. Lc 16,19-31)”.

Al finalizar la celebración, la actual presidenta de la República de Chile, Michelle Bachelet, se acercó a saludar al Papa Francisco, a modo de despedida de su visita al país trasandino.