- Avenida del Libertador 16199 | (B1642CKI) San IsidroContacto:
- (5411) 4743-1862
- obispado@obispado-si.org.ar
MENSAJE DE MONSEÑOR OJEA PARA EL 3ER. DOMINGO DE CUARESMA
Viaje apostólico de su Santidad el Papa Francisco a Irak
5 marzo, 2021
EL CAMINO DE LOS POETAS
11 marzo, 2021MENSAJE DE MONSEÑOR OJEA PARA EL 3ER. DOMINGO DE CUARESMA
Monseñor Ojea comienza su mensaje para el próximo domingo, expresando que “En la historia de las religiones los pueblos quisieron ofrecer lo mejor, lo más digno, lo más valioso. Nosotros los cristianos le ofrecemos a Dios, a Jesús, es lo mejor que tenemos; le presentamos el amor de Jesús; en Él habita toda la plenitud de la divinidad; Él es el nuevo templo de Dios, desde Él se realiza el verdadero culto” y continúa diciendo que “aquellos que somos bautizados participamos de este culto de una manera especial; Él ha querido transformarnos”.
“Vendrá un tiempo en que los verdaderos adoradores, lo adorarán en espíritu y en verdad” dice el Obispo, citando a Juan 4:23, para luego expresar que “por eso cada persona humana, hija de Dios, llamada al bautismo -todos estamos llamados a Él-, es digna, es sagrada”.
“Un templo se puede corromper”, nos asegura el Obispo, y nos aclara que “por eso tenemos en el Evangelio como Jesús expulsa a los vendedores del templo; se puede corromper por miles de motivos, pero sin embargo tenemos que pensar en ese templo interior que es el corazón del hombre, en cómo lo corrompemos: tenemos desde la trata de personas; tenemos la explotación de niños, y tenemos tantos modos de como pisotear la fraternidad entre nosotros”.
“Es verdad que duele mucho cuando se profana un templo nuestro” dice mons. Ojea, y a agrega que “nos duele también de un modo muy hondo que se lastime la fraternidad entre nosotros; cada persona es sagrada, está llamada al bautismo, está llamada a ser cristiana y está llamada desde su corazón, a rendir el verdadero culto a Dios”.
Finalizando su mensaje el Obispo nos pide que “cuidemos esa suprema dignidad que nos hace hermanos”.
Monseñor Ojea comienza su mensaje para el próximo domingo, expresando que “En la historia de las religiones los pueblos quisieron ofrecer lo mejor, lo más digno, lo más valioso. Nosotros los cristianos le ofrecemos a Dios, a Jesús, es lo mejor que tenemos; le presentamos el amor de Jesús; en Él habita toda la plenitud de la divinidad; Él es el nuevo templo de Dios, desde Él se realiza el verdadero culto” y continúa diciendo que “aquellos que somos bautizados participamos de este culto de una manera especial; Él ha querido transformarnos”.
“Vendrá un tiempo en que los verdaderos adoradores, lo adorarán en espíritu y en verdad” dice el Obispo, citando a Juan 4:23, para luego expresar que “por eso cada persona humana, hija de Dios, llamada al bautismo -todos estamos llamados a Él-, es digna, es sagrada”.
“Un templo se puede corromper”, nos asegura el Obispo, y nos aclara que “por eso tenemos en el Evangelio como Jesús expulsa a los vendedores del templo; se puede corromper por miles de motivos, pero sin embargo tenemos que pensar en ese templo interior que es el corazón del hombre, en cómo lo corrompemos: tenemos desde la trata de personas; tenemos la explotación de niños, y tenemos tantos modos de como pisotear la fraternidad entre nosotros”.
“Es verdad que duele mucho cuando se profana un templo nuestro” dice mons. Ojea, y a agrega que “nos duele también de un modo muy hondo que se lastime la fraternidad entre nosotros; cada persona es sagrada, está llamada al bautismo, está llamada a ser cristiana y está llamada desde su corazón, a rendir el verdadero culto a Dios”.
Finalizando su mensaje el Obispo nos pide que “cuidemos esa suprema dignidad que nos hace hermanos”.
