Misa del Acolitado

DANOS SIEMPRE DE ESE PAN, SEÑOR

Ayer en una Misa presidida por el Obispo de la Diócesis, Oscar Ojea, acompañado por el Obispo Auxiliar Guillermo y los formadores del Seminario, recibió el ministerio del acolitado el seminarista Juan Pablo Pando, Centrándose en el lema elegido para la celebración “Danos siempre de ese pan, Señor”, monseñor Ojea comenzó su homilía citando el capítulo sexto del Evangelio de Juan, cuando Jesús mira a la multitud pensando cómo alimentará con pan a la multitud que lo sigue; desde allí el Obispo reflexionó sobre las distintas formas que toma el hambre de las personas humanas, “el hambre de amor, de verdad, de justicia”, detalló.

Refiriéndose al trabajo pastoral en el camino hacia el sacerdocio, a cuyo paso el Seminarista va conociendo y amando cada más a su pueblo, así como sus necesidades, sus “hambres”, mons. Ojea subrayó la importancia de “identificarse con el pan de vida que responde a esas hambres” como modo de entrega del ministro para ser "buen pan para nuestra gente, para poder calmar todas esas hambres”.

Finalizando su mensaje el Obispo le deseó a Juan Pablo "que puedas disfrutar este nuevo servicio al Santo pueblo fiel de Dios “.