¡Juan Pablo Pando, nuevo sacerdote de la Diócesis!

Encuentro diocesano de catequesis
22 agosto, 2022
Por la paz y la fraternidad 
7 septiembre, 2022

¡Juan Pablo Pando, nuevo sacerdote de la Diócesis de San Isidro!

El Obispo Oscar Ojea presidió la Misa en la Catedral de San Isidro en la que ordenó presbítero, a Juan Pablo Pando, Diácono formado en el Seminario diocesano San Agustín; la celebración fue concelebrada por los Obispos auxiliares de la Diócesis Guillermo Caride y Raúl Pizarro; el Obispo emérito, Jorge Casaretto, Martín Fassi Obispo de la Diócesis de San Martín, con sacerdotes de la Diócesis y otras diócesis.

En su homilía el Obispo reflexionó sobre la figura de Jesús como el “Buen Pastor” presentada en el Evangelio según San Juan.

Dirigiéndose a Juan Pablo, y refiriéndose al lema elegido, “Para mí la vida es Cristo”, Ojea dijo “vos has querido elegir este lema, especialmente en este tiempo, en el que el Buen Pastor ha ido acompañando tu formación, la imagen del Buen Pastor es la más antigua de Cristo Jesús, como los primeros cristianos quisieron sintetizar el recuerdo, la memoria de Jesús a través de una pintura que refleja el Evangelio de Juan”.

“Es imposible ser sacerdote sin enamorarse de Jesús”, aseguró el Obispo, “Él es el sentido de nuestra vida, en todas las edades de nuestra vida, por todos los caminos por los que andemos en nuestra vida, Él es el amor de la vida; como dice Pablo: “Para mí la vida es Cristo”; ese amor hace que vos hayas querido reflejar al Pastor en tu vida, que hayas empezado a disfrutar lo que significa ser un Pastor cercano como Jesús, accesible, fácil de encontrar, cerquita de su pueblo”.

Finalizando su mensaje Ojea pidió a la comunidad diocesana “que rece por este nuevo sacerdote y por todas aquellas personas que él encontrará en su camino, para que pueda ser pastor de ellas y pueda acompañarlas como Jesús”, y le deseó a Juan Pablo “que puedas vivir la alegría que aparece cuando el pastor busca a la oveja perdida y vuelve a insertarla dentro del rebaño, con alegría por haber encontrado la oveja que se había perdido; que puedas vivir esa alegría inmensa, y que puedas transmitirla a todos los hermanos, y que todos nosotros, en la Diócesis, podamos disfrutarlo”.

Luego de la celebración, se invitó a compartir un almuerzo comunitario preparado por jóvenes scouts de la Diócesis.