MENSAJE DE MONSEÑOR OJEA PARA EL 2DO. DOMINGO DE CUARESMA

comunicado de la JUREC en relación al Secundario de Adultos del Colegio San pablo, Virreyes
25 febrero, 2021
Ordenación de Raúl Pizarro
1 marzo, 2021
MENSAJE DE MONSEÑOR OJEA PARA EL 2DO. DOMINGO DE CUARESMA

En este domingo monseñor Ojea comparte una reflexión a partir de la Lectura del Evangelio de Marcos (9,2-10); al comenzar el Obispo nos dice “Tenemos este domingo el Evangelio de la transfiguración de Jesús frente a Pedro, Santiago y Juan".

“El Señor quiere consolar a sus amigos porque les ha anunciado que va a subir al calvario, y va a morir. Ante la tristeza de los discípulos, el Señor les ofrece esta magnífica visión: la transfiguración”, nos asegura monseñor Ojea, que continúa diciéndonos “Esto queda grabado en el corazón de los discípulos, suben al monte y allí Jesús se llena de luz, su cuerpo transmite luz”.

"Pedro le dice: qué bueno es estar aquí, hagamos tres carpas” dice el Obispo para luego afirmar que: ”de alguna manera es la tentación de detener el tiempo. Pedro quiere quedarse en la montaña; pero la vida no es quedarse en la montaña, la vida es bajar, enfrentar la realidad sabiendo que está la promesa en la montaña, la esperanza en la transfiguración”.

Continuando el Obispo expresa que “el Señor ha querido anticiparles un misterio pascual, para que puedan salir con el corazón dilatado de la transfiguración. Sin embargo, tienen que enfrentar la realidad”.

Monseñor Ojea nos dirá luego que “vivimos una cultura muy narcisista, el Papa la llama la Cultura del espejo; creemos que el mundo termina en nosotros. Por eso la tentación de quedarnos en la montaña y de no tocar la realidad, tocar la realidad de este mundo. Tocar la realidad del sufrimiento es indispensable para ser seres humanos de verdad y a fondo”.

Refiriéndose luego al viaje que emprenderá esta semana el Papa Francisco a Irak, monseñor Ojea afirma que “él quiere dar ejemplo, y va a emprender este viaje, el 5, 6, 7 y 8 de marzo. Allí el Papa que vieja como peregrino de la paz, a una zona del mundo del mundo donde el cristianismo es perseguido; el Papa quiere honrar a los mártires que han sido degollados por negarse a adorar la Cruz de Cristo; donde hay iglesias que han sido literalmente quemadas con cristianos dentro”.

Continuando con su referencia al viaje del Papa a Irak, mons. Ojea nos dice que “el Papa quiere acompañar ese sufrimiento, quiere tocar esa realidad que para nosotros es periférica y lejana, sin embargo, pertenece al corazón del ser humano. “hermanos todos”. Poder tocar la realidad, esos hermanos sufrientes, esa comunidad sufriente.