La Fiesta de San Isidro Labrador

Con mucha alegría celebramos hoy las fiestas patronales de nuestra diócesis. Una gran cantidad de fieles partió desde la Catedral en procesión por las calles de San Isidro junto a las imágenes de San Isidro Labrador y la de su esposa, Santa María de la Cabeza.

Al finalizar el recorrido, el obispo auxiliar Guillermo Caride presidió la misa ya que, en esta ocasión, el obispo Oscar Ojea debió ausentarse para participar como Presidente de la Conferencia Episcopal Argentina de la 39° Asamblea Electiva y General del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM).

En su homilía Caride expresó que este año, además de celebrar la Fiesta del Santo patrono “la Iglesia celebra el cierre de su año jubilar por los 400 años de su canonización”, y puntualizó también que “con su experiencia de labrar la tierra, San Isidro aprendió los tiempos de la naturaleza” y en tal sentido destacó que él “nos puede enseñar a vivir esos tiempos, los tiempos de la paciencia y de la espera”, más adelante agregó que “con sus tiempos de la naturaleza, nos enseña a nosotros a vivir los tiempos de nuestra propia humanidad”.

“San Isidro, el labrador, tiene esa experiencia del sembrar, donde él sabe que hay una desproporción entre su trabajo y los frutos que le da la tierra; que es mucho más lo que recibe” y en tal sentido invitó Caride a celebrar “en este año jubilar, por los dones recibidos de Dios”; más adelante también señaló que “Isidro nos enseña a agradecer al otro, a respetar al otro, a cuidar al otro”.

“Isidro Labrador sabía que llegaba el tiempo de la cosecha y en esas culturas se celebraba la cosecha, era una fiesta que hermanaba a todos” manifestó el Obispo auxiliar, y también que “esta es una enseñanza que nos muestra que más profunda que las diferencias, es lo que compartimos y las raíces”.

Al finalizar su mensaje Caride dijo “que bien nos hace pedirle a San Isidro que nos ayude en este tiempo nuestro de la Argentina, que podamos aprender esa sabiduría del diálogo, para llegar a acuerdos, que nos ayude a resolver nuestros conflictos”. Asimismo invitó a que “en esta eucaristía pidamos a San Isidro, que podamos aprender esa sabiduría de los tiempos, de la paciencia y la esperanza, como así también la sabiduría del don que se agradece, se comparte, se celebra y se hace fiesta”.

La misa fue concelebrada por el obispo auxiliar Raúl Pizarro, el obispo emérito Jorge Casaretto; el pbro. Carlos Checo Avellaneda, párroco de la Catedral y otros sacerdotes de la Diócesis.